Murales de la Memoria

 

Estos murales se realizaron en conmemoración de personas residentes de la comarca. Sus vidas fueron arrebatadas por un tercero y la justicia no actuó debidamente o no ha resuelto esos hechos.
Familiares, amigos y la comunidad decidieron expresar las historias artísticamente a través de los murales. Estos se realizaron para no olvidar, porque un pueblo que tiene memoria hace posible que la historia no se repita.

Estos murales relatan hechos dolorosos que provocaron que la comunidad alzara la voz para un pedido de justicia. 
Hoy ‘los murales’ son un lugar de memoria y también de encuentro, en el cual la gente del pueblo se congrega, se organiza y manifiesta su pedido de justicia, reclamos sociales y actos solidarios. 

​

​

Mural de Otoño Uriarte:

​

Otoño nació en El Bolsón mudándose durante sus estudios secundarios con su familia a Fernández Oro (zona de El Valle, Río Negro). El 23 de octubre del 2006, a sus 16 años, camino a su casa desapareció. Desde entonces se inició su búsqueda. El 26 de abril del 2007, seis meses después de su desaparición, su cuerpo fue hallado en un canal de riego del paraje 30 de Cipolletti. Durante la investigación judicial se encontraron pruebas que involucran a la policía con proxenetas en relación a la desaparición de la joven, pero el caso aún continúa impune. 

Mural de Guillermo “Coco” Garrido:

​

Coco era oriundo de Epuyén, tenía 24 años al momento de los hechos. El 13 de enero de 2011 fue detenido en un control policial en El Bolsón. Lo llevaron a la comisaria 12va. y a las pocas horas fue hallado sin vida en su celda. En un principio el poder judicial dictaminó que fue un suicidio. Sin embargo, nuevas pruebas forenses aportadas por familiares y amigos desarmaron esa versión y se comprobó que las heridas en el cuerpo no eran autolesiones sino, necesariamente, implicaban la acción de terceros lo que finalmente nunca pudo demostrarse durante un proceso judicial. El caso fue archivado sin responsables condenados.

Mural por Santiago Maldonado:

​

Nacido un 25 de julio de 1989, Santiago era artesano y había llegado unos meses antes de los hechos a la Comarca. El 1 de agosto de 2017 Santiago se sumó a un corte en la ruta 40 en el marco de una protesta de una comunidad mapuche de la zona. Luego del operativo para liberar la ruta, se desata una represión por parte de las fuerzas de seguridad del Estado quienes persiguen a los manifestantes dentro del territorio de la recuperación. Es en ese contexto represivo en el que Santiago desaparece.

78 días después, el joven fue hallado sin vida en el río Chubut, zona que ya había sido rastrillada numerosas veces. Las versiones del hecho se contradicen entre sí. Una de ellas, la oficial, fue que al huir de la zona cruzó el rio y al no saber nadar murió ahogado. La otra versión, sostenida por familiares,  testigos y amistades es que fue víctima de una desaparición forzada seguida de muerte por parte de la gendarmería. Hasta el momento no hay culpables oficiales y la causa sigue abierta.

Escultura por las Madres de Plaza de Mayo:

​

A partir de las desapariciones forzadas de miles de jóvenes durante la dictadura militar, las madres de éstos comenzaron a buscarlos organizándose en 1977 en la Plaza de Mayo de Capital Federal, frente a casa de gobierno. Así mismo la búsqueda se extendió a sus nietos quienes también les fueron arrebatados por la dictadura, buscando la manera de recuperarlos.
 

 

 

 

Memory Murals

 

These murals were designed to  commemorate residents of the comarca. Their lives were taken by a third person and the justice system did not act appropriately.
Family, friends and the community decided to express the stories artistically through the murals. These murals were made so as not to forget, because a people that has memory makes it possible for history not to repeat itself.

Otoño Uriarte's mural:

 

Otoño was born in El Bolsón and moved with his family to Fernández Oro (El Valle area, Río Negro) during his high school studies. On October 23, 2006, when she was 16 years old, on her way home, she disappeared. Since then, the search for her began. On April 26, 2007, six months after her disappearance, her body was found in an irrigation canal in paraje 30 of Cipolletti. During the judicial investigation evidence was found that involved the police with pimps in relation to the disappearance of the young woman, but the case still remains unpunished.

Mural of Guillermo "Coco" Garrido:

 

Coco was from Epuyén, he was 24 years old at the time of the facts. On January 13, 2011 he was arrested by police in El Bolsón. He was taken to the 12th police station and a few hours later he was found dead in his cell. At first the judiciary ruled it was suicide. However, new forensic evidence provided by relatives and friends dismantled this version and it was proved that the wounds on the body were not self-injuries but, necessarily, implied the action of third parties, which could never be proved during a judicial process. The case was closed without conviction.

​

Mural of Santiago Maldonado:

 

He was born on July 25, 1989. Santiago was an artisan and had arrived to El Bolsón a few months before the events in The Comarca Andina. On August 1st, 2017 Santiago joined a roadblock on Route 40 as part of a protest by a Mapuche community in the area. After the operation to free the route, a repression is unleashed by the State security forces who pursue the protesters within the territory of the recovery. It is in this repressive context that Santiago disappears. 78 days later, the young man was found dead in the Chubut River, an area that had already been searched several times. The versions of the event contradict each other. One of them, the official one, was that while fleeing from the area he crossed the river and, not knowing how to swim, died by drowning. The other version, supported by relatives, witnesses and friends, is that he was the victim of a forced disappearance followed by death by the gendarmerie. So far there are no official culprits and the case is still open.

​

Mothers of Plaza de Mayo’s sculpture:

 

After the forced disappearances of thousands of young people during the military dictatorship, their mothers began to search for them, organizing themselves in 1977 in the Plaza de Mayo in Capital Federal, in front of the government house. Likewise, the search extended to their grandchildren who were also taken from them by the dictatorship, looking for a way to recover them.
These murals recount painful events that caused the community to raise its voice to demand justice. Today 'the murals' are a place of memory and also a meeting place, where the people of the town congregate, organize and express their demands for justice and social demands.